En lugares asi uno cree pertenecer al maravilloso mundo natural, pero... la realidad brutal de la evidencia científica nos baja de un piedrazo en medio de la testa, como un bocinazo en plena siesta, que nos despega del entresueño en el que flotabamos entre nubes de deseos realizados.
martes, 10 de marzo de 2009
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Muy bueno tu blog!!!! me gusta lo que escribis
ResponderEliminarUn abrazo, Alejandra